Charlamos con Alexis Ravelo, posiblemente el escritor canario más reconocido de los últimos tiempos, un “escribidor calvo y ateo que sobrevive escribiendo cualquier cosa que le permita mantener su dieta de bocadillos de chopped y cerveza”, como nos explica en su biografía de Twitter. Invitamos a Alexis Ravelo en #Canariosqueinfluyen a hablar de sostenibilidad, medio ambiente y la actualidad turística de Canarias. ¡Todo un placer!
Interés. Creo que en las últimas décadas ha crecido nuestra preocupación por el medio ambiente. Aunque aún existan sectores a los que les trae sin cuidado (son pocos pero influyentes), ha crecido nuestro nivel de concienciación medioambiental. Un ejemplo es la oposición que mostró nuestra sociedad a las prospecciones petrolíferas frente a nuestras cosas.
Pienso que, en general, sí. Otra cosa es que nos falte formación en ese sentido y que aún debamos modificar una serie de hábitos en nuestra vida diaria.
Puntualmente, he participado en alguna, pero no participo directamente en ningún grupo o actividad ecológica estable. Aunque, como muchas personas de mi generación, he ido aprendiendo ciertos hábitos, como ciudadano y consumidor. En cuanto a actividades ecológicas en las Islas, me llaman la atención positivamente algunas, como la clara apuesta por las energías limpias en El Hierro o, en Gran Canaria, la transformación de los vertederos en ecoparques.
Los motivos son diversos, pero supongo que, en general, tienen que ver con una mentalidad de beneficios a corto plazo que está muy enraizada en la mentalidad de muchos de nuestros políticos y empresarios. Tampoco han ayudado ciertas políticas de los últimos gabinetes de Industria y Medio Ambiente a nivel estatal. Hemos perdido cuatro, acaso ocho años preciosos, en ese sentido.
Otro ejemplo más de las políticas a corto plazo. Pero habría que hacérselo entender a algunos de nuestros empresarios y políticos. Así que, ya que ellos viven en un mundo en un mundo en el que lo que parece importar es solo la economía, un planteamiento interesante podría ser el siguiente, que invierte las dos variables de tu pregunta: el turismo de calidad (el estable, el que vuelve), escoge este destino no solo por el buen tiempo y por un trozo de arena donde plantar la toalla algo que (dependiendo del valor de las divisas y de las condiciones geopolíticas) puede encontrar en muchos otros sitios, sino porque en las Islas puede hallar una biodiversidad y un paisaje que configuran un entorno único en el mundo.
Por tanto, nos conviene no degradar ese entorno, en un vano intento de atraer a grandes masas de turistas cuya fidelidad es muy volátil, sino cuidarlo para potenciar un turismo de calidad, fiable y de buen nivel adquisitivo. Si lográramos hacérselo entender así a ese sector del poder político y económico, tan minoritario como influyente, quizá podrían evitarse en el futuro desastres paisajísticos como los de muchas zonas de nuestro litoral.
Me encantan todas las islas. Por diversos motivos las recorro mucho y cada vez (a veces en mi propia isla), encuentro rincones encantadores que no conocía aún. Por elegir una isla para perderse, escogería, por ejemplo, La Palma. He pasado días fantásticos allí, en casas rurales de Mazo y Las Breñas. Allí he hecho unos cuantos senderos, tanto en la Caldera como en Cumbre Vieja. Pero, al fin, un paisaje que siempre guardo en la memoria es el popular y familiar Cubo de La Galga. Es un sitio accesible a personas de cualquier edad y, para mí, un lugar de paz.