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Alfredo Díaz, portavoz de la Fundación César Manrique: “Convertir el territorio en suelo es una temeridad”

Hoy, charlamos en #Canariosqueinfluyen con Alfredo Díaz, portavoz de la Fundación César Manrique, constituida por César Manrique en el año 1983, y puesta en marcha en 1992. Es una institución cultural privada, sin ánimo de lucro, que fundamenta su actividad a través de cuatro áreas complementarias de trabajo: César Manrique, las artes plásticas, el medio ambiente y el territorio, y la reflexión cultural.

Fundación César Manrique, el lugar en el que fluyen el arte y la naturaleza

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Fuente: ViajeJet

¿Con qué palabra definirías a la sociedad canaria en el cuidado de su naturaleza y medio ambiente? ¿Somos responsables?

Somos una sociedad plural y diversa que atesora  una valiosa riqueza natural y cultural. Me gustaría pensar que, en términos generales, la sociedad canaria actual avanza hacia una toma de conciencia sobre los valores singulares de nuestro patrimonio natural y cultural del que, obviamente, todos somos responsables. Luchar desde la responsabilidad colectiva por la sostenibilidad del Planeta del que Canarias es un fractal, es un compromiso irrenunciable.

¿Crees que los canarios estamos concienciados de los que nos puede ocurrir si no luchamos contra el cambio climático en las islas?

Recientes estudios científicos han llegado a afirmar que en el siglo pasado la temperatura media de Canarias se incrementó en el doble de la media del Planeta. Visto así, y pese a parecer sólo “datos numéricos sin corazón” la evidencia es que estamos ante una situación que, de mantenerse en esa dinámica, las nuevas generaciones lo tendrán crudo… Ya lo estamos sintiendo; cada vez con mayor frecuencia e intensidad nuestro clima paradisíaco se va radicalizando.

Pero, ¿qué se puede hacer al respecto?  Entiendo que, lejos de actitudes pesimistas, la solución pasa por la concienciación y el compromiso colectivo capaz de propiciar comportamientos de consumo energético más responsables y, desde luego, por la  toma de decisiones políticas que defiendan un modelo que haga compatible el bienestar de la ciudadanía y el uso responsable de los recursos.

Podíamos empezar por un cambio radical del modelo energético actual basado en la quema de petróleo.

Personalmente, ¿te implicas en alguna actividad ecológica  o te llama la atención algo que estemos desarrollando en las islas?

Antes que nada he de decir que soy muy afortunado de trabajar en una institución que tiene como objetivos  conservar, estudiar y difundir la obra y el legado artístico de César Manrique, quién defendió el valor del patrimonio natural y cultural de Lanzarote y de Canarias.

En este sentido, me gustaría destacar las acciones que lleva a cabo la Fundación César Manrique, (FCM) contra una de las amenazas más serias que se ciernen sobre el presente y el futuro de Canarias, me refiero al anteproyecto de ley del suelo del Gobierno de Canarias. Su carácter neoliberal, desarrollista y desregulador que abandona controles de legalidad y se sitúa de espaldas a la crisis ecológica, climática y energética, la convierten en una agresión  al futuro responsable de esta tierra y sus habitantes.

De los avances tecnológicos que se van logrando en el mundo, ¿se te ocurre alguno que podría suponer un beneficio para Canarias?

En general, pese a que en los últimos decenios hemos experimentado un notable progreso tecnológico que nos ha permitido diagnosticar con precisión las “múltiples enfermedades” que afectan al planeta y sus habitantes, las posibles soluciones me temo que siguen siendo escasas y casi testimoniales.

Pienso que los grandes poderes económicos y políticos que llevan las riendas del Planeta deberían tener un poquito de sentido común y pensar, de verdad, en el interés general. Sin ánimo de resultar catastrofista, escasos serán los logros si esos grandes poderes no quieren cambiar de rumbo. Pese a todo hay que seguir confiando y creyendo en el poder de las pequeñas acciones que al respecto, los ciudadanos podemos acometer.

De una lectura apresurada del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, se puede concluir que hemos de reducir hasta al menos en un 70 % los gases de efecto invernadero que están provocando el cambio climático, y que el tiempo que disponemos para lograrlo no va más allá del año 2050, si queremos que no se produzcan cambios irreversibles sobre la vida de la Tierra.

Para el caso de las Islas Canarias, no queda otra que apoyarnos en las nuevas tecnologías para abandonar el actual modelo energético y realizar de una dichosa vez un serio análisis de la capacidad real de carga que pueden soportar estas Islas desde criterios de sostenibilidad ambiental.

Urge practicar la cultura de los límites y dejar de pensar que el futuro de Canarias está únicamente en el sector turístico.

En materia turística, ¿crees que deberíamos construir un modelo de turismo sostenible como instrumento de protección del medio ambiente?

Canarias ha apostado por un modelo de desarrollo turístico basado en el sol y la playa devorador de territorio donde zonas agrícolas y naturales fundamentalmente del litoral y progresivamente del interior de las Islas, son convertidas en resort y parques temáticos propiciando un producto turístico que se aleja de criterios de sostenibilidad ambiental. Convertir el territorio en suelo es una temeridad.

En el año 1998 en un manifiesto titulado Manifiesto por la Sostenibilidad de Lanzarote, la FCM plantea una nueva concepción del desarrollo de Lanzarote que puede servir de reflexión para el resto de Canarias. Ahí se habla de la necesaria vinculación de la calidad de vida de los ciudadanos con la protección de los límites de tolerancia ambiental.

Sin duda alguna, urge un cambio de modelo turístico.

Necesitamos repensar el territorio y dejar de verlo como un solar. Se hace necesario dar pasos para entender la actividad turística en armonía con la conservación del patrimonio natural y cultural de Canarias. En definitiva, reconducir el modelo desarrollista imperante y hacerlo transitar por la senda del desarrollo responsable capaz garantizar el bienestar de los que aquí estamos y de los que estarán en el futuro.

Y por último, ¿a qué rincón de archipiélago alejado de los focos nos recomendaría ir? Porque somos más que sol y playa, ¿no?

Desde luego, Las Islas Canarias son mucho más que sol y playa. Yo recomendaría un paseo nocturno por El Jable; esa lengua de arena organógena que, desde la playa de Famara, atraviesa la parte central de Lanzarote de noreste a sur oeste, para volver nuevamente al mar. Un hermoso lugar donde aún sigue habitando el silencio.

Agradecemos a Alfredo, Fundación César Manrique, que contestara a nuestras preguntas.

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