Más de tres mil establecimientos canarios recogieron durante 2017 más de 5.000 toneladas de aceite usado generados tanto en talleres como en industrias de las islas, informa un comunicado del Sistema de Gestión de Aceites Industriales Usados en España (Sigaus). Esta entidad asegura que 3.053 establecimientos de las islas recogieron 5.727.550 kilos de aceites usados, de los que el 75,4 por ciento se regeneró y el resto fue aprovechado para una posterior valorización energética, pues el producto resultante es utilizado por algunas industrias en sustitución de combustibles tradicionales como el fuel.

Los canarios reciclamos más de 5.000 toneladas de aceite usado durante 2017

Los aceites usados se generan en sectores del transporte, la construcción y en cualquier actividad en la que haya máquinas, engranajes o turbinas que requieran el uso de lubricante para refrigerar, aislar o disminuir la fricción entre piezas, destaca la nota. Este reciclaje cobra un valor especial en las zonas rurales del archipiélago, en donde se recogieron el año pasado 396 toneladas de este residuo, un 7 por ciento del total recuperado en Canarias, que recogió aceite en 85 municipios, 31 de ellos rurales.

Según Sigaus, la recogida en las zonas rurales exige una compleja logística, pero enfatiza que evita un riesgo ambiental muy importante por que la mayoría de los espacios protegidos se sitúan en estas zonas. Asimismo, en 2017 se recogieron de 76 municipios canarios con espacios protegidos un total de 1.158.000 kilos de aceite usado, generados en 639 establecimientos como paradores de turismo, empresas de gestión de agua o clubes náuticos, entre otros.

Aceite usado, residuo tóxico

El aceite industrial usado es un residuo tóxico de escasa biodegradabilidad y con efectos contaminantes para la salud y el medio ambiente y, además, sus vertidos incontrolados ponen en riesgo a especies vegetales y animales, subraya la nota. En Canarias existen 59 especies de animales en peligro de extinción que, en algunos casos, habitan a tan solo diez kilómetros de establecimientos que generan aceites usados, como son los casos del pinzón azul, del halcón tagarote o del lagarto canario moteado, entre otras especies.

Sigaus destaca por último que el 75,4 por ciento del aceite usado recogido se destinó a la regeneración, lo que permitió devolver al mercado 2.875 toneladas de lubricantes, cantidad que podría llenar el cárter del 66 por ciento del parque móvil de vehículos canarios y evitar, de esta forma, la emisión de 12.950 toneladas de CO2 a la atmósfera.