Hoy, en nuestra serie de entrevistas #FluyeEnBici, hablamos con Heriberto Dávila, director general de Movilidad de Las Palmas de Gran Canaria. Una ciudad que, precisamente, hace muy pocos días ha puesto en marcha un nuevo servicio público de alquiler de bicicletas, llamado Sitycleta, con el que esperan impulsar el uso de este medio de transporte en la ciudad.
Sí, pero no. Se va caminando hacia la movilidad sostenible por distintas vías de actuación. La movilidad es un problema que se intenta solucionar con diferentes medidas y la bicicleta es una más.
Puede generar menos tráfico en un porcentaje. Por ejemplo, hoy en día en Las Palmas de gran Canaria se está en torno al 1% del reparto modal de la bicicleta. Si nosotros fuéramos capaces de ponernos en cifras parecidas a las de Sevilla, en torno al 7 – 8% de reparto modal, eso significaría que podíamos estar retirando de la calle a 15.000 coches, más o menos. Entonces sí disminuirían los atascos. ¿Solucionaría el problema de la movilidad completamente? No, pero sería un gran avance porque la movilidad sostenible porque, como decía antes, hay que “atacarla” por diferentes vías para ir avanzando hacia ella.
Faltan dos cosas. En primer lugar, voluntad política. Y, en segundo lugar, criterios técnicos. A veces hay cierta voluntad política, pero no hay criterios técnicos de cómo hacerlo. Pero, sobre todo, la clave es la voluntad política que, en muchos casos no existe. Es fundamental.
En Las Palmas de Gran Canaria se están tomando las medidas oportunas que, básicamente, se pueden resumir en cuatro. Primera, construcción de infraestructuras. Segunda, el fomento de la cultura de la bicicleta. Tercera, la creación de infraestructuras anexas como los aparcamientos de bicis, los pasos adelantados de bici y motos. Y, por último, adecuar la normativa municipal a la bici. Nosotros estamos en el camino de conseguir las cuatro, teniendo en cuenta también el sistema público de bicis, que tiene una gran importancia.
En cuanto a Canarias, presentamos una serie de medidas como Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a la Dirección General de Transporte hablando de la necesidad de que el Gobierno de Canarias tenga un plan autonómico de la bicicleta, como existe en otras comunidades (Andalucía y Cataluña, por ejemplo).
En Andalucía, en plan autonómico de la bicicleta aúna criterios técnicos para crear carriles bici, y otras medidas, en toda la comunidad, no solo interurbanos. Este plan cifraba que, si un municipio ponía el 30% de la financiación para hacer un carril bici, el gobierno andaluz ponía el 70%. Ya quisiéramos en Canarias que el gobierno de la comunidad estuviera tan implicado…
Yo creo que sí. No soy nadie para meterme en la gestión de otros municipios, pero creo que hay lugares con muchas posibilidades para la bicicleta que no están lo suficientemente desarrollados. Por ejemplo, San Bartolomé de Tirajana, Arrecife, Puerto del Rosario o La Laguna. Son municipios que por su orografía y condicionantes podrían estar mucho más desarrollados.
En torno a 12 kilómetros, pero el problema es que es una red que no está terminada y no es uniforme. Ahora, hemos aprobado un proyecto de 25 kilómetros nuevos que formarán una red muy visible y reconocible para la ciudadanía.
Estamos intentando incorporar infraestructuras anexas, como los pasos adelantados o los parkings de bicis y el proyecto estrella “La Sitycleta”. Hay que decir que también estamos fomentando la cultura de la bicicleta con un programa de educación vial y de promoción de la bicicleta en los centros que, hasta ahora, ha llegado a más de 10 centros y afecta a 500 niños del municipio.
Creo que sí. Evidentemente, todo lo que sea cambio de mentalidad y trabajar el tema cultural está bien, pero no sirve de nada si no se apuesta decididamente por la infraestructura. Si no hay un cambio a través de la voluntad política que haga que haya una red clara que posibilite al ciudadano ir de forma segura por la ciudad y por los pueblos, no sirve de nada hacer campañas de promoción y de educación de la bicicleta. En definitiva, la infraestructura tiene que ir por delante.
Realizamos una subvención en la que, con presentar la factura de la compra de una bici plegable, financiábamos el abono anual de transporte. Creo que es una medida interesante, pero hay problemas en lo relativo normativas de seguridad para a subir la bici a la guagua. A pesar de ello, estamos pensando en medidas de futuro para ver qué posibilidades hay de intermodalidad entre la bici y la guagua.
Efectivamente, a veces se han hecho carriles que no están bien y nosotros estamos en la línea de carriles que den seguridad y sean bidireccionales. Eso sí, lo que está claro es que hace falta un cambio de cultura sí o sí. Cuando se critica, por ejemplo, el carril de Secretario Padilla porque hay que mirar para los dos lados, esta circunstancia se da en todas las ciudades europeas. Siempre hay que mirar a los dos lados en los carriles bidireccionales. Es necesaria cierta concienciación de que es un elemento nuevo y hay que ir acostumbrándose a él.
Sí, seguro. Ahí hace falta una mayor colaboración del Gobierno de Canarias y los Cabildos para romper esa falta de colaboración entre municipios.
El mensaje es que hay que romper barreras con la bici. En una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria su uso es posible, solo hay que proponérselo e intentarlo. Por otro lado, hay que desmitificar ciertas cuestiones como que se llega sudado al trabajo, que tarda mucho… Si la usas correctamente, puede ser un sistema de transporte estupendo para una ciudad en la que se puede disfrutar de muchos días de sol y la poca lluvia que nos llega.