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Tristán Pimienta: “La soberanía energética es vital antes, durante y después del calentamiento global”

Fuente: csocial.ulpgc.es

Hoy entrevistamos en “La Universidad Fluye” a Ángel Tristán Pimienta, ex director del periódico La Provincia y actual presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Hablamos de la relación universidad-empresa, las oportunidades de Canarias y los eSports.

Tristán Pimienta: “La soberanía energética es vital antes, durante y después del calentamiento global”

¿Qué retos debe asumir la relación empresa-universidad en los años venideros en Canarias?

El reto esencial en la relación Universidad- Empresa es que haya relación. No basta con la relación, totalmente insuficiente, entre la Universidad y un pequeño número de empresas. El mundo empresarial tiene que mentalizarse  de que la inversión en I+D+i es esencial para el negocio a futuro. Las universidades públicas pueden ser los grandes laboratorios de las empresas, sus centros de investigación. Está más que demostrado que los países y las empresas que invierten en investigación aumentan el PIB o aumentan el volumen de sus negocios y por consiguiente de sus beneficios.

Algunas empresas canarias lo han comprendido así y han emprendido una colaboración que es mutuamente beneficiosa. Pero el reto es que los empresarios entiendan que en este mundo tan vertiginoso la inversión en investigación y la colaboración con las universidades es buena para la cuenta de resultados porque abre nuevos campos a su actividad. El futuro es de quien investiga y de quien innova. ¿Qué eso cuesta dinero? Naturalmente. Pero el problema no es lo que cueste, sino los beneficios de retorno.

¿Se camina en la buena dirección para seguir creando sinergias entre ambas?

La dirección la están imponiendo los tiempos y las circunstancias. Como dice el refrán, camarón que se duerme se lo lleva la corriente. La universidad española, y desde luego la universidad canaria, no tiene solamente que mirar a Europa sino que tiene que estar en Europa. No es lo mismo mirar los lomos de los libros en una librería que leerlos. La ULPGC tiene muchos ejemplos de que la relación con empresas ha sido buena para las dos partes. Pero aún hay muchas reticencias.

¿Hace todo lo que puede la Universidad?

El problema es que estamos en un cambio de era y el pasado tira mucho. La sociedad en general no ha asumido en su conjunto que el pasado ha pasado, por eso se llama así, sobre todo en estos dos universos, la empresa y la universidad, que por su propia naturaleza han de ir siempre por delante de los acontecimientos y no por detrás, a remolque de ellos, porque la globalización, además de imparable, supone una  mayor competencia. Ya no hay muros, ya no hay territorios cerrados a la competencia, mandarinatos, la Unión Europea es un mercado abierto para las mercancías, la circulación de personas, y para la ciencia.

Cada vez hay menos barreras para el conocimiento, y eso quiere decir que lo que no se haga en un lugar se hace en otro, por la aplicación del principio de los vasos comunicantes. Los gobiernos de las universidades no siempre pueden desarrollar con agilidad y eficiencia sus proyectos. Llegará un día en que sea práctica habitual que las ofertas de empleo en las universidades sean abiertas a todos los profesionales europeos.

¿Y eso cómo se puede solucionar?

En la actualidad estamos en pleno debate sobre la necesidad de cambiar el sistema de gobernanza de las universidades públicas, para acercarlas al modelo europeo, o al menos al modelo de las universidades más eficientes de la UE y que más esfuerzos han hecho para modernizar sus estructuras. Eso pasa por cuestiones tan sensibles como el nombramiento del rector por parte de un Consejo con presencia externa, y por aumentar las capacidades ejecutivas del rector en detrimento de los órganos colegiados, y por flexibilizar las modalidades de contratación para ‘fichar’ a investigadores de primera fila. La universidad, sin detrimento de su autonomía, creo que tiene que afrontar el desafío de adecuar su gobernanza a los tiempos, y corregir las disfunciones que se hayan producido.

Para competir en el siglo XXI no se puede tener una estructura del siglo XIX o del siglo XX. En cuanto a la autonomía de las universidades, ésta existe en toda la UE, pero eso no impide que los modelos de gobernanza sean distintos o que los rectores puedan ser elegidos por un consejo mixto y nombrar a sus colaboradores, para cumplir con la lista de objetivos del Consejo.

¿Hay alguna solución a corto plazo para mejorar los ratios de desempleo juvenil en los recién egresados?

Aquí hay que ser realistas: todo depende de la capacidad de la economía canaria, o española, de generar más empleo; y depende también de que las universidades creen asimismo nuevas titulaciones según la demanda del mercado de trabajo, y que en su conjunto, todas las titulaciones tengan la calidad adecuada, y los egresados salgan con el paracaídas en condiciones para aterrizar en la realidad laboral. De todas formas la situación está mejorando, pero muy lentamente. Hay un tema decisivo: las nuevas titulaciones deben ser nuevas y no las viejas con el nombre cambiado, porque eso es como hacerse trampas a uno mismo jugando al solitario, como planteaba en un Consejo de Universidades el ex presidente de la CRUE, Segundo Piris, al ministro Íñigo Méndez de Vigo.

¿Qué se puede hacer para frenar la fuga de cerebros?

Esa es una cuestión compleja. Los buenos cerebros siempre han sido muy viajeros; son inquietos y curiosos por naturaleza. Trabajar en el exterior es bueno, desde luego; en muchos casos es imprescindible. Se adquiere una experiencia vital, y se mejoran por contraste los conocimientos adquiridos en las aulas, las habilidades… Hay un factor que le ha quitado el miedo a los jóvenes a salir fuera, y es el programa Erasmus. Todos los días conozco algún caso de egresados que han tenido éxito en prestigiosas empresas o centros universitarios de Estados Unidos, de Canadá, de Alemania… últimamente sé de uno que ha fichado una universidad de Islandia. O de Australia. La clave es que un día regresen con ese valor añadido adquirido fuera que es un factor de enriquecimiento para el Archipiélago.

¿Qué tipo de inversiones hacen falta en las universidades canarias para dar un salto de calidad?

Puntualizo: no solo hay que dar un salto de calidad, sino que la calidad tiene que dar un salto. Para situarnos a la altura investigadora de la media europea hay que poder contratar ‘cerebros’ europeos de vanguardia; y el gobierno tiene que invertir en la universidad pública la media europea, y estamos a la cola. Eso explica que en la mayor parte de los ‘ranking’ la universidad pública española, con algunas honrosas excepciones,  esté en la cola europea; y a la cola de España están las universidades con menos inversión pública, y eso afecta a las canarias.

En cierto que en el ejercicio presupuestario de 2018 la inversión en universidades y en investigación ha aumentado, pero aún es absolutamente ridícula para lo que es habitual en Europa. No hay varitas mágicas: la investigación es muy costosa, pero igualmente produce muchos beneficios, unos tangibles, y otros intangibles pero muy rentables como el prestigio y la imagen.

¿El turismo debe ser nuestra mayor apuesta y su conexión con la universidad o hay que diversificar el modelo para intentar que nadie se quede fuera?

El turismo es la principal industria isleña, y en principio no hay problemas de materia prima, sol y mar, en los próximos 5.000 millones de años que es el plazo que investigadores de la NASA le dan al Sol. Como es natural, la principal industria tiene que ser un objetivo prioritario de la investigación y la innovación. La universidad y la empresa del sector tienen que hacer un esfuerzo de compenetración de intereses. Personalmente creo que los estudios relacionados con el turismo, necesariamente multidisciplinares, y los equipos de investigación, tienen que ser punteros porque la actividad turística regional es puntera… y de seguir siéndolos depende el futuro de muchas generaciones de canarios.

“Las universidades deben explorar nuevos caminos”

Pero por otra parte está demostrado que los monocultivos- la caña de azúcar, la vid y los vinos, el tomate, el plátano…-  siempre han traído  momentos desagradables y críticos precisamente por los movimientos del mercado y de las tendencias y modas del consumidor. Es eso de que no hay que poner todos los huevos en la misma cesta. Las universidades deben explorar nuevos caminos.

La acuicultura tiene un potencial enorme, igual que la agricultura… pero hay que innovar, y sobre todo, hay que contar con el respaldo de los cabildos, ayuntamientos, del Gobierno regional, para sacar provecho a todo lo provechoso. No sirve de nada ser punteros en cultivos marinos y que luego no se puedan desarrollar en el mar y perder los beneficios inherentes a su producción y comercialización, y a la generación de empleo especializado. También AMAZON y las ventas en internet de todas las grandes empresas, como Inditex, El Corte Inglés, etc.  demuestran que ya la distancia, el mar, no es un obstáculo para tener empresas de alta tecnología.

Pero claro, eso necesita de un entorno de confort: buenas conexiones de internet, precios asequibles para que hagan viable la instalación de empresas y que atraigan a emprendedores. Lo estratégico para el empleo es tener más empresas que sean factibles y que se establezcan con la seguridad de que en cinco, diez años, no van a cambiar las cosas, las reglas del juego, las expectativas del proyecto,  y les salgan las cuentas.

Uno de los grandes retos que afronta el archipiélago es la soberanía energética y el tratamiento de aguas, dados los múltiples cambios que se están produciendo por el calentamiento global. ¿Qué podemos hacer desde el conocimiento y la colaboración de las universidades?

Hay que tener claro que la soberanía energética es vital antes, durante y después del calentamiento global. Es una asunto de seguridad nacional, una cuestión geo-estratégica. Ya en los años 80 los Seminarios Cívico Militares, en los que participaban los mejores expertos militares en todas las disciplinas, y los mejores científicos y profesores investigadores de las dos universidades canarias, llegaron a la conclusión de que Canarias, concretamente, pero por extensión España, no podían depender en exclusiva de los combustibles fósiles, todos de importación, porque o bien por los vaivenes del mercado, o por un atentado, o por cambios bruscos en los equilibrios internacionales, o del Magreb, podían quedar desabastecidas en una determinada coyuntura.

Por ello se planteó como una prioridad estratégica diversificar las fuentes de energía, e ir sustituyendo el petróleo por las energías renovables, la eólica, la solar, la mareomotriz, la geotérmica… Europa ha ido por ese camino. Alemania, por ejemplo, después del corte de suministro del gas ruso en medio de un crudo invierno, hace una década, más o menos, apostó por multiplicar la energía eólica.

En poco tiempo Alemania no solo será independiente energéticamente, sino que su industria será aún más competitiva porque todavía el viento, el sol y el mar son materias primas asequibles, eternas, y gratuitas. A su vez están los perniciosos efectos de los combustibles fósiles para el clima. Y como disparadores de enfermedades. Las universidades tienen clara esta idea; pero poco pueden hacer de efectivo las universidades si los gobiernos bloquean el desarrollo eólico de una manera insensata y perjudicial tanto para el interés nacional como para el interés general. El uso alternativo del gas se concibe en Europa para el tránsito de un modelo insostenible a uno sostenible. Esta es una gran preocupación actual de la Unión Europea.

¿Qué papel pueden jugar los eSports en Canarias?

Mire, a mí me parece que los videojuegos de deporte son sólo una porción del pastel. Lo que hay que contemplar, y acometer acciones, es el conjunto de los videojuegos, y eso necesita contar con profesionales competentes, bregados en la competición, de primera línea, que ya sean figuras en este ámbito a nivel internacional. Y ficharlos donde los haya. Mire, hoy día en todas estas actividades el marco de la competencia, el campo de juego, ya no es insular, regional ni siquiera nacional, es el mundo.

Los eSports son parte de este futuro y hay que tenerlos en cuenta, pero lo importante es conectar con todas las tendencias, con todas las especialidades, de este mundo que se nos abre y que tiene usuarios de todo tipo, viejos y jóvenes, de toda clase de profesiones y procedencias sociales, con todo tipo de formación o de falta de ella…Y tenemos que dar en la diana para llegar al mayor número posible de usuarios.

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