Los retretes salvan vidas porque evitan que a través de las heces humanas se propaguen enfermedades mortales. Celebramos el Día Mundial del Retrete para concienciar acerca de la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que la resuelvan.
Para 2030, debemos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en otros el ODS 6 que tiene como fin hacer llegar el saneamiento a todos los habitantes del planeta, reducir a la mitad las aguas no tratadas y aumentar su reutilización. Lamentablemente, a estas alturas, el mundo no parece estar en camino de conseguirlo.
En la actualidad, 4500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura y 892 millones siguen defecando al aire libre. Esta exposición a las heces humanas tiene consecuencias sobre la salud pública, las condiciones de vida y de trabajo de las personas, la nutrición, la educación y la productividad económica en todo el mundo.
El Objetivo número 6 tiene por objetivo conseguir que todo el mundo tenga acceso a un retrete accesible y seguro y que nadie practique la defecación al aire libre para 2030. Si no alcanzamos este objetivo, está en riesgo toda la Agenda de Desarrollo Sostenible.
La campaña de este 2018, “Cuando oyes la llamada de la naturaleza, necesitas un retrete”, se centra en el hecho de que miles de millones de personas no pueden responder de la misma manera a la llamada natural de sus instintos fisiológicos, ya que no tienen letrinas. Esta ausencia de retretes significa que los excrementos humanos, a gran escala, no se recogen ni se tratan, lo que provoca la contaminación del suelo y las aguas, que son el sustento de la vida humana. Estamos convirtiendo nuestro medio ambiente en un alcantarillado. Debemos construir retretes y sistemas de saneamiento que funcionen bien con nuestros ecosistemas.
Las soluciones para el saneamiento basadas en la propia naturaleza aprovechan los ecosistemas para tratar los desechos humanos antes de que regresen al medio ambiente. La mayoría de estas soluciones se basan en la protección y la gestión de la vegetación, los suelos y los humedales, incluidos los ríos y lagos.
Algunas de estas soluciones pueden ser:
Los siguientes datos, publicados en informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), muestran la actual crisis mundial del saneamiento: