En Canarias ha llegado el momento de pasar a la acción con la renovación de zonas turísticas antiguas, masificadas y poco sostenibles. La clave de un correcto desarrollo, con el que sentar las bases del futuro, pasa por una renovación que lleve a una reconversión turística real, más allá de los retoques de chapa y pintura que vemos hoy en día.
Los edificios de bajo consumo, diseño y construcción de envolventes sustentables, hormigones, paisaje en sombra, arquitecturas naturales, la climatización por termoactivación, la eficiencia energética y la gestión del agua residual en el ámbito turístico son algunas de las cuestiones a mejorar para conseguir un destino turístico sostenible y reconvertido.
El correcto diseño de los edificios y su mantenimiento es muy importante para el destino turístico donde se ubica. Un buen diseño significará una correcta gestión y aprovechamiento del espacio, entorno natural, energía, etc. Hoy en día esto no lo vemos en muchos lugares de nuestra tierra.
Las altas condiciones de confort que los establecimientos turísticos quieren ofrecer a sus huéspedes requiere de una gran demanda energética, más aún cuando muchos de estos edificios no se hallan adecuadamente diseñados, sin aprovechar las condiciones climáticas de su entorno, sino al contrario en muchos casos, debido a un mal proyecto arquitectónico los consumos derivados de los equipos destinados a obtener estas adecuadas condiciones de confort (iluminación, renovación de aire, climatización,…) se multiplican.
Los equipos de iluminación y climatización (calefacción y refrigeración) así como los de producción de agua caliente sanitaria (ACS) -muy importante en piscinas climatizadas y SPAs- son importante generadores de emisiones de gases contaminantes y generadores del efecto invernadero. Por todo esto, es necesaria su reconversión y la apuesta por energías renovables en las instalaciones turísticas.
El uso intensivo del agua está relacionado con muchos de los servicios turísticos como piscinas de recreo, Spa, campos de golf o parques temáticos. La necesidad de atender la enorme demanda de turistas supone para muchos de los destinos turísticos una presión excesiva sobre el abastecimiento de agua potable (agotamiento y contaminación de acuíferos, necesidad de costosos trasvases…).
Es vital regular su uso y evitar la contaminación de aguas residuales.
La elevada presión que sufren desde hace años determinadas localidades ha tornado obsoletos muchos de sus servicios e infraestructuras lo cual, de no mediar renovación, conlleva la pérdida de calidad ambiental general, así como de competitividad como destinos turísticos. ¿Cuántos sitios así conoces en nuestras zonas turísticas? Hay que renovar muchas de ellas.
Los ecoparques son un salto cualitativo en cuanto a la gestión de residuos. Somos un territorio pequeño que necesita una buena separación y recogida de residuos para poder mantener un territorio sostenible.
Otra cuestión a tener a cuenta es que la reconversión turística debe pasar por una apertura de la oferta que vaya más allá del tradicional sol y playa para abrirse a otros tipos de ofertas complementarias como la de Congresos, golf o náutica. Apostar por proyectos de establecimientos de gran calidad y parques temáticos innovadores, por ejemplo.
En resumen, la propuesta de futuro para el sector turístico en Canarias radica en un turismo de calidad y ambientalmente sostenible. Este modelo ha de recoger consideraciones de sostenibilidad que permitan la conservación y adecuada gestión del entorno en el que éste se desarrolla y de sus servicios. El objetivo debería ser que el vital recurso que representa el medio ambiente no se degrade y no afecte con ello a la estabilidad económica y social actuales y futuras de tan importante pilar de nuestra economía. El turismo sostenible es posible.
La información llegó fluyendo desde canarias7.es, laprovincia.es