Hay algunos pequeños consejos que nos pueden ayudar a ahorrar agua en verano ¿Quieres saber cuáles son?
En verano aumenta la necesidad de refrescarse en la ducha o en la piscina, regar el jardín con más frecuencia o poner lavadoras más a menudo… y con ello se incrementa también el agua que gastamos.
Cambiar los baños calientes del invierno por las duchas de agua fría puede ayudarte a ahorrar hasta 120 litros de agua. Además si cierras el grifo mientras te enjabonas el ahorro puede ser aún mayor.
Algunos electrodomésticos como la lavadora o el lavavajillas consumen una gran cantidad de agua. Por ejemplo, cada vez que pones la lavadora el gasto es de entre 60 y 90 litros de agua. Si los utilizas a pleno rendimiento puedes ahorrar entre el 20-50% de agua.
Aunque parezca increíble, regar las plantas por la noche en verano puede contribuir al ahorro de agua. Durante el día, las altas temperaturas provocan que el agua se evapore y tengas que regarlas con mayor frecuencia.
Para descongelar los alimentos en verano puedes hacerlo a temperatura ambiente. Evitar utilizar agua caliente en estos casos te ayuda también a conservar mejor sus propiedades.
Las altas temperaturas nos permiten calentar el agua más rápidamente utilizando el calor del sol. No necesitaremos derrochar agua fría esperando a que salga caliente.
Si tienes la suerte de tener una piscina en casa, protegerla también te puede ayudar a ahorrar agua. Con una lona protectora conservaremos el agua durante más tiempo y además ayudaremos a proteger el trabajo de la depuradora.
Fuente: nalgeneiberia.com