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Consejos para evitar el riesgo de intoxicación al usar bolsas reutilizables

En Fluye Canarias apostamos por la conservación del medio ambiente e ir quitando el plástico de nuestro día a día, pero cuidar nuestra salud no es menos importante. Por ello, fíjate en estos consejos para evitar el riesgo de intoxicación al usar bolsas reutilizables. Es bueno usarlas, pero debemos ser conscientes de que con algunas sencillas medidas evitaremos un disgusto.

Consejos para evitar el riesgo de intoxicación al usar bolsas reutilizables

La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA en inglés) recomienda seguir determinados consejos para evitar que este tipo de bolsas ecológicas supongan un riesgo para la salud. Algunas de las recomendaciones que ofrecen son separar en distintas bolsas los alimentos crudos y los que están ya preparados y lavar dichas bolsas con frecuencia.

De acuerdo con la FSA, incluso los alimentos crudos envasados como el pollo pueden contener “trazas de organismos peligrosos en el exterior del envoltorio”, lo que implica que no deben colocarse junto a los alimentos que ya están listos para comer.

Aunque el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) asegura que bacterias como la salmonela o la campylobacter (dos de las fuentes de intoxicación alimentaria más frecuentes) solo son capaces de sobrevivir entre una y cuatro horas sobre superficies duras o tejidos, otros estudios indican que algunas bacterias como la E. coli pueden sobrevivir más de 25 días en alimentos como la lechuga.

Esto no quiere decir que las bolsas reutilizables sean malas. En el Reino Unido se emplean 6000 millones menos de bolsas de plástico cada año desde que dejaron de ser gratuitas, algo que, además, ha permitido donar más de 29 millones de libras (31,5 millones de euros) a organizaciones benéficas y grupos comunitarios, solo a partir del precio de las bolsas.

Sin perder de vista esos datos, la FSA ha publicado cuatro consejos para no poner en riesgo la salud:

1. Utiliza bolsas distintas para cada tipo de productos

Los expertos recomiendan guardar los alimentos crudos, los alimentos que ya están listos para comer y los productos no alimentarios (productos de limpieza, por ejemplo) en bolsas independientes. Para no mezclarlas, recomiendan ponerles alguna marca distintiva. No te desvíes de ese código y no utilices para los alimentos crudos una bolsa que haya estado anteriormente llena de productos listos para comer, y viceversa.

2. Elige bien el material de la bolsa

Si tienes pensado reutilizar bolsas regularmente y no quieres molestarte en sustituirlas de vez en cuando, la FSA recomienda las que están hechas de algodón. Aunque suelen ser más caras, también pueden meterse en la lavadora. Las bolsas reutilizables de materiales plásticos, por el contrario, no se pueden meter a la lavadora, pero son más baratas.

3. Utiliza bolsas térmicas cuando haga calor

De esta forma, los alimentos perecederos se mantendrán fescos durante más tiempo y se reducirá el riesgo de que se echen a perder.

4. Comprueba que no haya derrames

La FSA aconseja revisar las bolsas después de cada uso por si acaso tienen algún derrame, especialmente jugos de alimentos crudos. Si lo ha habido, conviene sustituir la bolsa (si es de plástico) o meterla a la lavadora (si es de algodón).

Fuente: huffingtonpost.es

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