Iván Rodríguez, Orfebrería | FluyeArtistas

Iván Rodríguez es un orfebre nacido en Icod de los Vinos. Estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna y se especializó en escultura artística de pequeño formato en bronce, disciplina que ahora traslada a la plata y las piezas de joyería artística que comercializa a través de su marca Plataica.

Desde el 2005, se traslada a la península por amor, viviendo en Valencia, Madrid, Navarra… y ahora Donosti, desde donde ejerce su profesión y mantiene un contacto estrecho en la distancia con sus raíces canarias.

Muchos lo conocerán también por haber sido uno de los tuiteros más reconocidos del panorama nacional: @twittboy. Un artista de Twitter, también.

Tras la entrevista al cómico Kike Pérez, llega ahora Iván Rodríguez, en FluyeArtistas, para darnos su particular visión del confinamiento y el arte.

Iván Rodríguez | Orfebrería

¿Cómo era, hasta la declaración del Estado de Alarma, tu rutina de trabajo? ¿Cómo era “un día en la vida de”?

Como trabajo desde casa en un pequeño taller, creo que llevaba una vida bastante normal, salir a pasear, a comer por ahí de vez en cuando, cada dos o tres días a la oficina de Correos a realizar envíos… En estos momentos de mi vida, no hago mucha vida en la calle, y menos en invierno, que esto está muy al norte.

¿Cómo cambió ese plan de trabajo “normal” con la llegada del COVID-19 y, en especial, con el estado de alarma y confinamiento de la población? ¿A qué te está costando adaptarte?

Teniendo en cuenta que el 27 de enero fui padre de una niña prematura y que el inicio del confinamiento ya me “pilló” en parte descolocado y con mi taller parado, una vez retomé la actividad en el mismo no noté en exceso el estado de alarma, ya que de por sí realizo mi trabajo desde casa.

El 100% de mi tiempo lo paso ante una mesa y con un par de máquinas muy específicas, con que en un espacio reducido puedo apañármelas, y quizás la costumbre haya jugado a mi favor esta vez. Lo que sí me chocaba bastante era la imposibilidad de salir al exterior cuando yo quisiera. Es decir, no el hecho en sí mismo de no salir, que comprendía perfectamente a qué era debido, sino el no poder hacerlo en cualquier momento.

La tecnología está siendo la salida para muchos profesionales y, muy en especial, para los artistas, sobre todo con las videoconferencias (y más cosas). ¿La has utilizado para tu trabajo? ¿Qué respuesta has tenido de tu público?

Me dedico exclusivamente a la venta online de mis piezas, por lo que el entorno tecnológico ya formaba parte de mi día a día. Las redes sociales son parte de mi estrategia de comunicación con los clientes, sobre todos aquellas en las que se contribuye de forma eminentemente visual, como serían Instagram o Pinterest, y por supuesto, Twitter por la facilidad para la interacción. Y porque soy @TwittBoy XD.

No he utilizado las videollamadas porque sé que la cámara no me quiere y principalmente porque no es necesario en mi caso, ya que tanto la visualización de las piezas como la venta se realiza todo de manera online y automatizada desde mi web y tienda en Etsy. Lo que sí he notado es un gran incremento de la interacción en las redes con los clientes, así como de la comunicación mediante mensajes privados en cada una de ellas, interesándose más por las piezas y por la posibilidad de realizar encargos personalizados.

Probablemente, todo esto te afectará también a nivel económico, ya sea en actuaciones/ventas/exposiciones (esto depende de tu disciplina artística correspondiente). ¿Te preocupa más la situación actual o lo que “se viene” ahora?

A pesar de que sabemos que se trata de una situación con “principio y fin” estamos en una situación bastante complicada sobre todo por la incertidumbre y por la casuística que podemos encontrar en todo el estado. Pero precisamente como tiene fin, podemos pensar y casi asegurar que saldremos adelante, de una o de otra manera.

Por supuesto que me he visto resentido económicamente, ¿quién no? Pero poco a poco se puede salir. Si hace falta trabajar más, pues se trabaja más, que todo sea eso. A un artesano nunca se le caen los anillos. 😉

Sobre lo que se viene ahora, creo que no deberíamos perder demasiado tiempo en pensar cómo será y empezar a construir cómo queremos que sea.

Es decir, el futuro hay que vivirlo día a día y capear lo que nos venga. Si tuviera que predecirlo, pues estoy seguro de que las grandes compañías prepararán unas campañas de márketing brutales para estas Navidades, lo cual arrastrará al resto y por un efecto bola de nieve a nivel planetario, todo acabará en algo parecido a la normalidad. Pero hasta que ese momento llegue hay que echar una mano sobre todo en el comercio de proximidad, en las tiendas de barrio, en los locales que tenemos a nuestro alrededor, que son la piedra angular de la economía y los que más necesitan nuestra atención. Y en las pequeñas tiendas artesanas que venden joyas de plata online, ejem. Las grandes empresas ya se salvan solas.

Entrando más en materia de este blog, curiosamente, el confinamiento está resultando un respiro enorme para el planeta: el mar, los montes, el aire se están renovando. Quizás esto debería significar una mayor conciencia medioambiental, pero ¿confías en que estemos aprendiendo o crees que volveremos a ser “los mismos de siempre”?

Me encantaría pensar que casi por arte de magia la sociedad entera cambiará de un día para otro y de repente dejaremos de utilizar plásticos, aboliremos los combustibles fósiles, dejaremos en paz a las ballenas y tendremos contenedores de todos los colores para reciclar debidamente… Pero sé que no va a ser así, quien estaba concienciado seguirá concienciado, probablemente lo esté aún más, y puede que una parte más o menos importante de la población haya abierto un poco los ojos respecto a la situación del planeta y se tome estas cosas algo más en serio, lo que ya es un triunfo; pero quien era un guarro y un irresponsable, probablemente lo siga siendo.

Desde mi punto de vista es un problema de concienciación, sí, pero sobre todo de educación y en gran medida de inteligencia.

La cosa está peliaguda con el turismo. Pero los viajes de ciudad son viajes culturales. Uno va a ver museos, arquitectura, conciertos, teatro, etc. ¿Cómo crees que podría la cultura añadir más valor al turismo en Canarias?

Yo no puedo concebir el turismo en Canarias sin el componente cultural. Tenemos un clima envidiable, unas playas de locura y unos montes increíbles, pero culturalmente tenemos una oferta inigualable en cualquier disciplina. Contamos con un patrimonio arquitectónico y artístico de un altísimo nivel, esculturas en la calle, museos en cada pueblo y una cantidad inmensa de tradiciones y arraigos que demuestran la idiosincrasia y variedad cultural de nuestras islas.

Además tenemos una gran cantidad de artistas canarios (no hay más que ver esta serie de entrevistas) que actualmente están en su mejor momento, desde humoristas a pintores, escultores, actores, músicos… que tienen una gran oportunidad de decir que “oye, estamos aquí”, y podemos mostrar nuestro arte al mundo.

Un referente en tu disciplina

Luis Montull, en escultura, y Marc Monzó, en joyería.

Si existiera el Premio Nobel del Medio Ambiente y la Sostenibilidad, ¿a quién se lo darías?

A la gente que utiliza las papeleras y apaga la luz al salir.

Un rincón de Canarias (playa, bosque, barranco, ciudad…)

El Bollullo, La Tejita y El Monte del Agua.

El próximo viaje fuera de Canarias te gustaría que fuera a…

A Canarias, ¡que vivo en Donosti!

Una conducta de las personas que te moleste (pensando en términos de sostenibilidad, medio ambiente, turismo, etc.)

Tirar la basura al suelo, pena máxima.

Y una conducta tuya en la que tú crees que podrías mejorar.

Ya lo hago, pero intentaría ahorrar algo más en papel.

Un hábito sencillo para ahorrar agua

Lo mejor para ahorrar agua es usar el grifo. Están ahí para girarlos, puede ser para un lado, puede ser para el otro. Si te estás secando las manos, usa el grifo y no dejes que caiga el agua. ¡Están ahí para algo!

Iván Rodríguez, Artista

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